ÁNGELA FERNÁNDEZ PALOMA

Escritora grupo ALAS www.alasescritorasyarte.com

domingo, 22 de noviembre de 2009

Exposición 25 N. ¿La otra mejilla?

LÁGRIMAS ROTAS

El cáliz de la tarde se hizo eterno
y las palabras se deshojaban
vacías, huecas
humilladas, sumergidas y rotas.
Mientras la dignidad enmudece
yo sigo caminado, ausente
detrás de esta
absurda letanía.

Exposición 25 N. ¿La otra mejilla?


martes, 10 de marzo de 2009

PALABRAS AUSENTES




Editado por ALAS en la Colección de Poesía Wallada
Málaga, 2006
Con la colaboración del Instituto Andaluz de la Mujer





NIÑEZ

Permanece en mi memoria
la niñez pasada,
y aún sigue la inocencia
atada a los recuerdos.
La curva de mis labios
destila la nostalgia
de unos besos ausentes.
El amor es transparente
y perdura en el alma.
Ahora,
todo lo que me queda
es la tenue luz de las estrellas
donde palidecen
las palabras.




EL ESPEJO

La oscuridad se hizo cáliz
de tristeza.
Y las palabras temblaron en mis labios.
Mágicas son las vibraciones del alma,
como una letanía de anhelos.
Estaba mi corazón deshabitado,
fatigado y perseguido de sombras.
Y llegó la ilusión como ráfaga de vida
anidaron los recuerdos y quedaron sobre el velo
del espejo.




SIEMPRE TU NOMBRE

Mi memoria siente la tibieza del recuerdo.
Y en el aire tu nombre se repite.
Siempre tu nombre.
Un trueno despierta las heridas del alma,
amargo cáliz que maldigo.
¡Oh, armonía!, ¿dónde te escondes?
La tierra se vuelve inhóspita.
Y yo sigo abrazada
a mi locura.





EL CALENDARIO

Se deshoja el calendario de los tiempos.
Y vuelven a mi memoria los recuerdos
más lejanos.
Un sorbo de nostalgia me lleva
a una niñez sin salidas de domingo;
bajo el colchón dormían los tebeos,
El Gerrero del Antifaz,
Roberto Alcazar y Pedrín

y tantos otros
que fueron mis amigos.
Me sumerjo en la penumbra de mi infancia
y la añoranza resbala por mis sueños.
Cabizbaja, balbuceo
los deseos más distantes que yo acumulo
en mi alma.





HOJAS AL VIENTO

Quisiera
desnudar mi alma,
y beber en la fuente de la sabiduría
del jardín de los sueños.
Pero soy juguete del destino,
hoja al viento,
y mi sed de añoranza son tristes latidos.
Me sumerjo en la palabra heredada,
porque sus ecos traspasarán el infinito.
No es sólo dolor lo que esconden mis ojos,
también tienen esperanza.
Por eso haré como la madre tierra,
que espera paciente la lluvia,
igual que un abrazo divino.





DIOS TE MIRA

Quiero pensar que Dios te mira
porque eres ingenua.
Sus designios son inciertos.
Tus manos,
pergaminos del tiempo,
mantienen la frescura de la armonía.
Tus oídos
volverán a oír las palabras
que anidan en tu desierto corazón.
Y tendrás días de júbilo
en el oráculo de la vida.
Hoy,
quisiera saber
si Dios te ama.





NUNCA CICATRICÉ

¡Cuánto rencor me ha roto los sentidos!
Y ahora,
¿Quién cerrará mis heridas del alma?
No, ya no habrá nunca cicatrices,
las heridas seguirán sangrando
porque habitan en la memoria.
No quiero ser esclava del dolor,
porque los días seguirán siendo oscuros
y las noches desiguales.
Apartaré la tristeza de mi mente
antes de que me rompa el corazón.





PALABRAS


Resbalaron las palabras en la humedad
de los sueños.
No, ya no hay dolor en el letargo
plomizo del alba.
La pereza se esconde en silencio,
y los labios buscan otros labios.
Cuando la soledad invita a la tristeza,
las palabras siempre
están ausentes.
*
*
*
NOTA DE PRENSA

La asociación de escritoras ALAS, ofrece una lectura poética de las autoras:
Aurora Gámez, Paquita Moreno, Ángela Fernández, Ana Herrera y Silvia Lázaro.
El libro editado por ALAS en la Colección de poesía Wallada con la colaboración del IAM. El 29 de junio en el salón de Actos del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Málaga y Melilla, en calle Compañía, 17 de Málaga. El acto tendrá lugar a las 19,30 horas. Presenta Sagrario Nieto, Directora del Servicio provincial de la Mujer. El libro ilustrado por Carmen Rosso, reconocida pintora Malagueña, fue presentado el pasado 8 de Marzo por Pilar Oriente, coordinadora provincial del IAM.
Como viene siendo habitual tendrá lugar unos minutos musicales del guitarrista
Rafael Sánchez Rando.

CÍRCULO DE HORAS editado en la Colección Auroras Boreales


domingo, 8 de febrero de 2009

CÍRCULO DE HORAS

Premio Amatista 2004, editado con la colaboración del Instituto Andaluz de la Mujer


AMOR

Y tú, amor,
que te fuiste con los latidos del viento,
dejando en mi boca
un racimo de besos olvidado.
No pude retenerte, amor,
fue imposible sujetarte
a mi esperanza.
Mis ojos confusos rompieron la promesa.
Y mis manos cerradas
apretaron con fuerza los más bellos
sueños.
Tú permaneces en mí,
como el agua
en el cauce
del río.



LLUVIA

Y tú, lluvia,
que entre mis dedos te deslizas
dejando vacías mis manos,
y corres como gacela seducida
por la furia del huracán.
Tus caricias invaden los sentimientos
más profundos.
Sumergida en ti, renacen los deseos
y los recuerdos vuelven
con latidos de añoranza.
Tus lágrimas
rompen la monotonía del silencio
donde crece la duda
de un destino
incierto.



VIENTO

Y tú, viento,
que enredas y enmarañas
con tu fuerza seductora
rasgando el silencio.
Y yo,
sola y erguida como palmera
en las arenas del oasis:
¿no te has cansado ya de zarandearme?
Mis palmas desgreñadas y abatidas
agonizan.
Y mis sueños derrumbados
se acurrucan en el perfil de los deseos.
A ti, viento, te suplico
que me dejes desenredar
la esperanza
y sujetarla
a mi pecho.



FUEGO

Y tú, fuego,
que ardes en mis arterias
e iluminas los sueños.
Ni los grandes océanos
podrán detenerte.
Desprenderme de ti es imposible.
Tú alteras la inocencia de mis ojos
con tus llamas de dragón.
Mis labios te pronuncian
y te maldicen.
Mientras mis manos
acarician la ilusión
del último
y deseado
encuentro.



PRIMAVERA

Y tú, primavera,
vendedora de sueños
que llegas arrasando de colores.
Mi corazón se llena de júbilo,
y palpita enloquecido
desbordado como un torrente.
Y crecen violetas en mi esperanza.
Y yo,
avergonzada,
rapsoda de estos versos,
con timidez respiro tu perfume.
Explosión que me conmueve
y trae a mi memoria
la magia
del
recuerdo.



MAR

Y tú, mar,
con tu canto de sirena
me embrujaste
llevándome a los arrecifes
que clavaron sus aristas en mi alma.
Las transparencias de tus aguas
poseyeron mi inocencia confiada
y aún sigo presa entre tus redes,
de oleaje,
que me enreda con su espuma
arrastrándome a la orilla.
Y yo,
despojo en tus arenas,
sedienta de tus besos,
alargo mis manos ansiosas
de tus olas
y sus caricias
saladas.



TIERRA

Y tú, tierra,
que ciegas mis ojos
sabiendo que en tu vientre
se encuentran derramadas mis lágrimas.
Tú, que das vida a la vid
y sus jugosos racimos,
delicia y alegría de todos:
¿por qué fuiste tan cruel conmigo?
Explícame la razón si puedes.
Mi corazón sangra
y se arrastra en el círculo de las horas,
ansioso de cariño.
Pero el dolor resbala
por mis labios
desnudos.



CODICIA

Y tú, codicia,
deja que el viento respire
y no amordaces la magia
ni asfixies los latidos de la inocencia.
No seas tan cruel
y comparte un poco de ilusión
porque yo,
cansada, palidezco.
Quiero que se apaguen mis ansias
entre flores de lirios.
Con mis manos llenas de sueños
y el alma oxidada,
deseo morir a solas
sobre espigas de brisa,
recordando
tu amor.



ÁRBOL

Y tú, árbol,
erguido e indiferente
a las caricias seductoras del aire.
Poseído y penetrado
por un ardiente sol.
Tu desnudez persiste,
y descienden tus hojas
que alfombran con recato virginal
la soledad existente.
Desmadejados tus sueños,
abatidos, observan el silencio
que te acoge.
La melancolía se esparce
con ansias de azules,
siendo tus latidos, besos deshojados
que cabalgan
bajo
una lluvia
derramada.



SOMBRA

Y tú, sombra,
que cubres el alma
dejándola entre tinieblas.
Los vuelos de paloma
quedaron en la penumbra
de un solitario destierro.
Y yo,
ansiosa de infinito,
quiero atrapar los sueños
que alfombran mi esperanza.
Y dibujar en mis labios la luz
de las estrellas.
Porque me ahogo en el silencio
de esta monotonía de pájaros
dormidos.
Déjame buscar
entre los lirios
la paz
que necesito.



SILENCIO

Y tú, silencio
que hipnotizas.
Sumergido en mi alma
y sin ritual, derramas tu pócima eterna.
¡Oh, silencio insensato
que, disfrazado de paje,
has entrado celoso
en mi habitáculo oscuro
y has sellado la entrada con hielo.!
Y yo,
con mis dudas constantes,
bebo a sorbos el destino
abrazada a un fragmento de agonía.
La luz de la magia se abre sólo un momento.
Pero tú no te cansas
y haces brotar mis lágrimas,
congelando mi vida.
Ten piedad de los sueños
y no rompas las horas del crepúsculo.
Asfixiante
silencio
lacerado.



IRA

Y tú, ira,
fuerza de soberbia,
desaparece
en el espejismo del oasis.
En ti no existe la ternura.
Las ninfas te rodean
en la espesura desatada del bosque.
Y yo,
te conjuro porque deseo
cubrir mi alma de armonía.
Están mis ojos en vigilia,
cegados por la transparencia del alba.
Clamando,
por el último rayo del olvido.
Son torpes los pasos míos,
en medio de la tempestad.
Y acudo a oscuras, sin ímpetu
ni culpas,
desposeído el corazón de odios
donde sólo florece la hortensia
bajo la mirada
paciente
de Dios.


TIEMPO

Y tú, tiempo,
ausente de colores,
encendido refugio de esperanza
que invade el espacio acelerado.
Y yo,
acallando los impulsos en mi alma de niña,
que se ahoga sin olvido
y sin vuelos de gaviotas sosegadas.
Desnudos los ojos de esperanza
se queman en el delirio de las horas.
Son cenizas mis ansias de paisajes.
Y cascadas de agonía
los recuerdos que emergen y se deshojan.
Triste mis pasos confundidos
en el letargo de los días.
No, yo no quiero que caduque el calendario
que da luz a mi memoria.
Con miedo huyo, como una fugitiva,
y sorprendo extasiada
al tiempo sujeto
en mi cintura.



UNIVERSO

Y tú, Universo,
misterio inescrutable
de silencio.
El crisol de la luna se esparce
en la magia de la noche,
estigma persistente
en el torbellino del tiempo.
Y yo,
presagiando el frío de las horas
en la humedad de la distancia,
con ese extraño presentimiento
que invade los recuerdos,
donde se extinguen las estrellas
que han olvidado su antorcha
de plegaria.
Y
con mis sueños, expectante,
suspiro por una eternidad
que no llega.


DÍA

Y tú, día,
bullicio de pájaros hambrientos
cubriendo las urbes.
Los triunfadores se enriquecen.
Y yo,
pobre andante callejero
con la mirada triste
y el cuerpo cubierto de harapos
me está prohibida la esperanza.
Y arrastro sobre el asfalto,
mi máximo paraíso.
¿Qué espero?
Si para mí sólo hay un poco de sol
que calienten mis huesos
y algunas monedas que percibo
de algún transeúnte
sabedor de palabras...
Y miro al cielo con las manos vacías
y el alma repleta
de sueños ignorados.



VIDA

Y tú, vida,
que corres por las venas
desenfrenada como potro salvaje.
Y de pronto,
te paras en el tiempo
clausurando los latidos.
Y yo,
sintiendo el frío silencio del miedo,
a veces roto por los recuerdos
que pernoctan en mi alma.
Los sueños vuelan inocentes
sobre las heridas que yacen
abrazadas en mi tristeza.
Pero tu amor, siempre permanece
en m i memoria.



SOLEDAD

Y tú, soledad,
que engendras dudas en tu emblema
con la monotonía asfixiante de las horas.
Eres cruel en la humedad de la esperanza.
El reloj que manejas entre las sombras
lo aceleras infatigable,
y atado en tu memoria pernocta mi destino.
Y yo,
sin agua en los arroyos,
resecos los sueños en los áridos surcos,
sin trovador que rompa el eterno silencio
ni Adonis que refresque la mirada,
regreso sola y a oscuras del frío de tu alma.
Sin Cupido ni heridas que sangren y empapen
los azules deseos de la magia.
Me duelen los latidos
que talan sin piedad mi risa hueca.
Apártate, soledad, de este paisaje
sin piel que no respira.
Porque yo deliro en las noches
con tu abrazo,
y no puedo mover
ni el pensamiento.



NOCHE

Y tú, noche,
celosa de mis sueños
con tus brazos retorcidos
ceñidos a mi cintura de silencio.
Y yo,
mendigo de tus sombras,
voy prodigando besos
con susurros de aromas.
Siento un dolor en el alma
desgastada por esta melancolía
de miedos que se agigantan.
Los latidos se agitan,
y el aliento empaña la luz de las estrellas.
El sendero, solitario y oscuro,
con rapaces ocultas en acecho,
espera
con su tela de araña seductora.
Y yo,
asustada, busco a ciegas
los deseos perdidos,
hambrientos
de ilusiones.





Círculo de Horas pertenece a la tercera entrega de la
Colección Auroras Boreales, que edita la
Asociación de Mujeres AMATISTA de Coín.
Se terminó de imprimir en Málaga el 23 de Abril de 2004,
Día del Libro, estando la edición al cuidado de
Aurora Gámez y José Andrade.